Los macronutrientes —proteínas, carbohidratos y grasas— son las principales fuentes de energía. Las proteínas son clave para la estructura muscular, los carbohidratos para la energía inmediata y las grasas para funciones hormonales y la absorción de vitaminas.

Las vitaminas y minerales, o micronutrientes, son indispensables para múltiples procesos metabólicos. Participan en la defensa contra el estrés oxidativo a través de su función como antioxidantes y son vitales para el fortalecimiento óseo y la función nerviosa.

A diferencia de algunos tratamientos farmacéuticos, las medicinas naturales suelen ser mejor toleradas por el organismo. El uso de plantas o técnicas suaves reduce el riesgo de efectos adversos, a la vez que proporciona un alivio eficaz para dolencias leves o crónicas.

Las medicinas naturales no se limitan a tratar los síntomas; consideran tanto el cuerpo como la mente. Este enfoque promueve un estilo de vida equilibrado, fomentando la prevención, la relajación y la adopción de hábitos saludables para un bienestar duradero.